¡Qué bien nos lo hemos pasado hoy!
Nada más llegar a clase Jose Miguel había traído un enorme cocodrilo, en la asamblea lo hemos bautizado, se llamará Nilo, aunque de nuevo todos querían llamarlo Pepe, ¿os suena de algo?
Ha estado hablando con los niños, y preguntándole si conocían algo de su especie.
Como anécdota, un comentario muy gracioso - ¡seño, este cocodrilo se tiene que cortar las uñas, que me ha arañado! O que ven letras por todos lados, - ¡mira seño, la cola del cocdrilo es la J de mi nombre!
De forma improvisada la seño se ha inventado un cuento de este nuevo acompañante, y ellos tenían que simular que estaban pescando a orillas del Río Nilo, cuando de repente.... ZAS, aparecía Nilo enfadado porque se estaban llevando su alimento más preciado, los peces. Otra anécdota es ver como a Manuela al principio no le gustaba mucho este animalito, pero después, cuando estaban desayunando, se ha levantado y le ha metido en la boca una de sus galletas, para que él también comiera como el resto.
Cuando hemos llegado del recreo, otra sorpresa nos esperaba ( la de ayer, jejeje), ¡¡¡¡alguien nos había dejado un cofre en la clase!!!
La 1º reacción de todos fue una carita de emoción... e inmediatamente preguntaron -¿Seño, quién nos habrá dejado el cofre en clase? - No sé, ¿quién pensáis uds. que habrá sido? dijo la seño.
-Un faraón, una momia, empezaron a cabilar los peques.
-¡Uy, niños!, ¡mirad que hay aquí!, un ... y no me dejaron terminar, cuando todos dijeron ¡un papiro!
- Pero ... ¡vamos a abrir el cofre ya, seño!!
-No podemos, si está cerrado con un candado.A lo mejor, en este papiro nos dice dónde está la llave, contesté.
Así que , buscamos un escriba (nos íbamos cambiando) y los ayudantes del escriba. Los ayudantes cogieron el abecedario egipcio que trajo Hugo M a clase y la seño les iba diciendo que buscaran los dibujos que iba leyendo. De esta forma trabajamos la lectoescritura, cuando el escriba no conocía la letra que le decía su ayudante, íbamos pasando nuestro folio a aquel que sí la conocía. Fue gracioso cuando íbamos por "La lla..., rápidamente descifraron, sin ver el jeroglífico, que lo siguiente era ...ve".
En el papiro, el mensaje que estaba escrito era "La llave está debajo de la mesa de la seño". Pero no lo terminamos de descifrar entero, nos quedamos en "La llave está debajo de la mesa" ¿Habrá mesas en la clase? ¿Cómo sabían todos que estaba debajo de mi mesa? ¿Será por qué soy la ¿Faraona??.
Una vez encontrada la llave, teníamos que ver qué había en el cofre, pero todos no podían abrirlo a la vez, de nuevo, mis niños que son tan educados, respetaron que la seño lo hiciera a Pito pito... y le tocó a Pablo R.
Pero Pablo no fue capaz de abrirlo , asi que de nuevo Pito, pito, y le tocó a Samuel. Samuel consiguió abrir el candado, y todos como locos empezaron a colocarse las joyas de Tutankamon.
TutanKamon, nos había dejado una carta, comentándonos quién era y quién había dejado aquello allí. Fue su momia, que se había enterado que los niños de la clase verde estaban estudiando cosas sobre su país. Como se puso tan contento al saber que niños de Alcalá estaban interesados por su historia, nos ha dejado estos regalitos.
Una vez disfrutado y saboreado nuestras ricas monedas de chocolate, Tutankamon nos contaba que...
Los faraones vestían muy elegantes y tras su coronación recibían varias insignias reales que usarían durante todo su reinado. Sobre el pecho cruzaban el cetro Nejej.
En la frente , el ureus representaba una cobra que le protegía de los enemigos.
En la cabeza, se colocaban diferentes tocados. Se solía cubrir la cabeza con el nemes, un tocado de rayas azules y doradas que caía sobre los hombros.
La corona azul se reservaba para los días de fiesta, la blanca representaba al Alto Egipto y la roja al Bajo Egipto. Las dos unidas formaban la sejemty, que representaba la unión de las dos tierras.
¿Será verdad todo esto que nos cuenta la seño? ¡Veámoslo en los libros que casi nunca mienten!- nos proponía la momia de Tutankamón.
En su carta nos había propuesto un juego, encontrar en los cuentos que la seño ha traido a clase de Egipto, joyas y amuletos característicos de los faraones: la corona blanca, la roja, la cruz de la vida, el ojo de Horus, la cobra, el cetro...
Después de la sorpresa del cofre de Tutankamon, teníamos que hacernos nuestro propio brazalete de oro, pero nos ha gustado tanto esta actividad que se nos echó el tiempo encima, así que mañana ¡por fin! utilizaremos nuestro cartón de papel higiénico.
Ha sido muy bonito ver las caras de emoción, alegría, curiosidad, querer saber... los niños y yo, hemos aprendido muchas cosas, pero sobre todo, nos lo hemos pasado en grande.
Por cierto, id preparando otra huchita, porque a igual que pasó con China, ahora quieren viajar a Egipto.
2 comentarios:
Susana, ¡Qué trabajo más bonito, interesante y divertido! Me ha gustado mucho lo que estáis haciendo y espero cotar contigo el próximo curso cuando vayamos a recorrer mundo desde el aula.
Un saludo y felicidades por tu trabajo.
Por supuesto, sabes que puedes contar conmigo, me encanta compartir las experiencias con mis compañeros.
La experiencia de hoy también ha sido muy especial hacerse ellos sus propias joyas.
Besitos mil.
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