Con ya sabemos se acerca la fiesta de nuestra comunidad andaluza. El ciclo de Infantil ha decidido acercar nuestra tierra , conociendo uno de nuestras más reconocidas figuras literarias, Juan Ramón Jiménez y su obra “Platero y yo”.
El planteamiento de esta unidad didáctica nace porque queremos celebrar el día de Andalucía desde otra perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados a hacer. Queremos partir de uno de nuestros poetas andaluces, para darles a conocer diferentes costumbres y tradiciones propias de nuestra comunidad. Se han escogido ciertos capítulos de su famoso libro "Platero y yo" porque trata temas tan cercanos a los niños y niñas como el descubrimiento de la naturaleza, el amor a los animales, el Coto de Doñana, costumbres y fiestas tan próximas como la romería de "El Rocío", los Reyes Magos; actividades como la vendimia,... acercándonos a un rico y variado vocabulario y dando a conocer un poco más nuestra comunidad.
Cuáles son nuestras metas:
En la asamblea la seño nos ha enseñado la obra: nos ha traído dos versiones diferentes de la misma, una para adolescentes/adultos y otra para niños/as.
Hemos comparado ambas obras;
- las dos llevan el mismo nombre: “Platero”.
- en las dos aparecen un burrito.
- una tiene más hojas que otra.
- una tiene mucho más dibujos que otra.
- una es a color y la otra en blanco y negro.
Una vez comprendido que para ellos hay una adaptación de la obra de Juan Ramón Jiménez, se la he leído.
Platero era un burro pequeño, peludo y alegre.
Era de un color gris muy suave, y sus ojos brillaban como dos cristales negros.
Platero era el amigo inseparable de Juan Ramón Jiménez, el poeta que escribió Platero y yo.
Un poeta es alguien que busca las palabras más hermosas para contar lo que ve, lo que piensa y lo que siente.
Platero y Juan Ramón vivían en un pueblo de Andalucía que se llama Moguer.
Allí, casi todas las casas son bajas y blancas, con geranios y claveles en balcones y ventanas.
En sus calles, el aire huele a pinos y a mar, a limoneros y a naranjos en flor.
Durante las vacaciones llegaban de visita los sobrinos de Juan Ramón, y Platero se convertía en su juguete.
Platero quería a los niños y los niños querían a Platero…
Cuando terminaban las vacaciones, Juan Ramón y su burrillo se quedaban solos. Entonces, echaban de menos los gritos, las risas y las voces.
Otro buen amigo de Platero era Darbón, su médico. Tenía un cuerpo grande, como un buey y, se movía torpemente….
…En la cuadra vivía también la perra Diana, que se dormía siempre entre las patas del burrillo….
Por las noches, el poeta se acercaba al pozo a sacar agua para su burro. Mientras Platero se bebía un cubo de agua con estrellas, Juan Ramón miraba la luna y disfrutaba del silencio…
A los dos les gustaba la tranquilidad y el silencio. Cuando había fiesta en el pueblo, se iban al campo, buscando un poco de paz, y contemplaban desde allí los fuegos artificiales.
…Un día, el poeta se acercó a buscar a su burrillo a la cuadra, y Platero no le contestó. Estaba tumbado en su cama de paja, con los ojos tristes, y apenas se movía….Al mediodía, Platero se marchó para siempre…
Esta adaptación es más bien, una biografía del autor y del protagonista de su obra, Platero, haciendo alusión a;
- su pueblo, Moguer.
- sus casas blancas de geranios y claveles,
- árboles típicos de Andalucía, naranjos y limoneros.
- Función de un poeta.
- La relación afectiva entre el animal y los niños.
- fiestas del pueblo...
(Fuente: "Mi primer Platero" Adaptación de Concha López Narváez de la obra de Juan Ramón Jiménez. Ilustraciones de Ximena Maier. Anaya).
Cuando hemos terminado de narrar esta bella historia, cada niño ha dibujado a su Platero particular, e incluso me han pedido dibujar también a su amigo, Juan Ramón.
Hemos situado a Moguer, Huelva, Andalucía en la bola del mundo y hemos ensayado para la fiesta de mañana el himno andaluz particular de los niños/as de Infantil.
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