Con el cuento de esta unidad "Un jardín en el parque" trabajamos la responsabilidad. Enseñar a los niños a ser responsables requiere un ambiente especial en el hogar y en la escuela. Se trata de conseguir un ambiente que les ofrezca información sobre las opciones entre las que deben escoger y las consecuencias de cada una de ellas, y que les proporcione también los recursos necesarios para elegir bien.
La responsabilidad es la habilidad para responder; se trata de la capacidad para decidir apropiadamente y con eficacia, es decir, dentro de los límites de las normas sociales y de las expectativas comúnmente aceptadas. Por otro lado, una respuesta se considera efectiva cuando permite al niño/a conseguir sus objetivos que reforzarán sus sentimientos de autoestima.
Padres y educadores pueden contribuir a conformar el sentido de los límites de diferentes maneras:
 Sabiendo claramente ellos mismos lo que esperan de los niños/as.
 Exponiendo sus expectativas de manera que los niños/as las entiendan, incluyendo la asignación de responsabilidad acerca de tareas y deberes.
 Averiguando si el niño/a entiende estas expectativas, bien haciéndolas repetir o bien guiándole mientras las cumple.
 Estableciendo claramente los límites de tiempo razonables para realizar tareas o debes escolares, sin ambigüedades.
 Explicando al niño/a las consecuencias de no hacer las cosas. Estas consecuencias deben aplicarse coherentemente, sin sentimientos de culpabilidad o remordimientos y sin hacer sufrir al niño/a. La coherencia es más importante que la severidad.
 Redactando y colocando un cartel con todas las reglas y las obligaciones, de modo que no pueda alegarse como excusa "el olvido"
 Participando padres y madres (cuando sea posible) en la explicación de las reglas al niño/a. Así sabrá que ambos las apoyan y mantienen.
Consiguiendo que todos los niños/as de la familia o de la clase tengan responsabilidades equiparables, con los ajustes necesarios en función de su edad y de sus habilidades particulares. 
El aprendizaje de la responsabilidad
A los niños/as que no sean considerados responsables de sus actos les será más difícil aprender de sus experiencias. Enseñar a los niños/as a ser responsables no quiere decir enseñarles a sentirse culpables. Los que tengan sentido de la responsabilidad poseerán los medios, las actitudes y los recursos necesarios para valorar con eficacia las diferentes situaciones y decidir de forma consecuente para ellos y para los que se encuentran a su alrededor.
Uno de los aspectos básicos de la enseñanza de responsabilidad a los niños/as es la cuestión: "¿Quién es el responsable de acordarse de las cosas?" Los niños/as pueden saber hacer las cosas y desear agradar a los padres pero si no han tomado sobre sí la responsabilidad de acordarse, no pueden ser responsables. Hay algunos artificios que estimulan al niño a recordar, tretas que pueden abandonarse conforme el niño/a crece y va siendo capaz de asumir mayores responsabilidades:
Escriba las cosas y colóquelas en lugar visible. 
No les recuerde las cosas a los niños/as una vez esté seguro de que le han escuchado y entendido. Recordar las cosas a los niños/as se convierte en una mala costumbre de la cual los niños/as pasan a depender. 
Establezca costumbres lo más regulares posible. Cuando las cosas ocurren de forma predecible y regular, se incrementa la capacidad de recordar de los niños/as. 
No le dé miedo castigar al niño/a que se "olvida". 
Acuérdese de lo que usted ha dicho. Si los padres lo olvidan, están otorgando al niño/a, tácitamente, permiso para hacer lo mismo. 
CUENTO: UN JARDÍN EN EL PARQUE
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