¡Por fin llegó los talleres del otoño!
Os puedo contar la experiencia que he vivido yo en mi taller. Ha sido una experiencia preciosa, pues los más grandes se han convertido en grandes maestros para los pequeños. Y los pequeños al ver lo que hace su semejante han aprendido mucho más que con las seños.
ZUMO DE NARANJA
Cuando regresamos del patio, mientras los peques recogia sus enseres para la elaboración, la seño puso unos manteles en las mesas.
Más tarde vimos qué necesitábamos para realizar el zumo:
- Exprimidor.
- Naranjas.
- Azúcar (gracias Jesús por acordarte de tod@s).
- Cuchillo.
-¡No, no, no! Son peligrosos.
- ¿Quién puede coger un cuchillo?.
- Los papás o las mámás.
-Pero... ¡niñ@s! aquí no están ni papá, ni mamá. ¿Quién podrá cogerlo entonces?
-La seño.
La seño les explica que para poder exprimir hay que girar la naranja. Cuando veamos que hay suficiente líquido, debemos verterlo en el vasito y después degustar el rico y sano zumo de naranja.
Ha sido todo un éxito, lo han hecho estupendamente bien, a algunos tuvo que ayudarle la seño, pero lo han hecho prácticamente ellos solitos.¡¡¡¡Ay, pero qué niños más buenos!!!!
(Tengo más fotos, pero estoy teniendo problemas con la conexión. Mañana las subiré para no perder éstas)
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